sábado, 5 de diciembre de 2009

“EL ORADOR Y SUS CUALIDADES” PARTE I

EL ORADOR Y SUS CUALIDADES
En esta primera entrega el autor nos habla que todos los hombres y mujeres tenemos en mayor o menor grado la facultad de persuadir, y sin embargo, no todos somos elocuentes. Se llama elocuente a la persona que al hablar tiene la facultad de deleitar y persuadir usando la palabra elegante, eficaz y persuasiva. Indudablemente hay personas que nacieron con el don, pero no lograron desarrollarlo porque les faltó cultivar esa cualidad al estudiar las reglas de oratoria. No es un buen orador el que teniendo dotes naturales maravillosas no sabe aplicar las reglas de oratoria, son buenas esas dotes pero perfeccionadas con el estudio de la retórica son mejores.
Un buen orador es el hombre naturalmente elocuente que ha perfeccionado esas dotes con el estudio y el ejercicio. Es conveniente tratar acerca de las cualidades que son útiles y necesarias en el desempeño de tan privilegiada actividad.
Las palabras bien pronunciadas, el gesto metódicamente estudiado, el ademán perfectamente calculado, la entonación, las pausas y la dicción rítmicamente balanceadas causan mejor impresión que las palabras balbuceadas las poses desaliñadas y una voz sin ritmo y sin gracia.
Una regla muy valiosa para practicar la oratoria, es pronunciar un trozo literario compuesto por uno mismo. También es muy práctico proponerse un plan sencillo acerca de un tema; se divide en tres puntos o más, se desarrolla cada uno de ellos y se unen del otro, para concluir con una proposición que ha de ser la tesis del discurso; este trabajo es parecido al de la investigación.
La investigación consiste en aplicar la inteligencia a la compresión de una exacta realidad, penetrando y arrancando su secreto. El tema escogido distribuido en puntos se plantea en un esquema para que su concreción sea más fácil, y al mismo tiempo ver que el segundo punto en consecuencia del primero y ala vez el tercero dimane del segundo, para que al final la conclusión sea el resultado lógico de los puntos anteriores.

ACTITUDES DEL ORADOR

Todo esto a que el orador ha de adoptar ciertas actitudes que le son necesarias para cumplir con su función social se debe ejercer en bien de la comunidad.
El orador, por simple hecho de pronunciar un discurso en el que desarrolla un tema, está ejerciendo la nobilísima profesión de instruir. La función social de todo comunicador docente es instruir pronunciando discursos didácticos. El verdadero orador se dirige a un auditorio heterogéneo, no solo a un grupo de personas que pertenecen a un mismo nivel, sino que está capacitado para hablar a un grupo complejo de perosnas de distinta índole; hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, obreros, empleados, profesionales, ricos, pobres, políticos, burgueses, burócratas o aristócratas. Un orador que escogiera su público o su auditorio no sería un auténtico orador.
CUALIDADES MORALES

De las cualidades que mejor cuadran al orador, está la probidad. Hombre probo no solo el que goza buena fama, sino que además no tiene maldad de que lo acusen es un hombre íntegro. Marco Fabio Quintilliano en su obra Instituciones Oratorias sienta como base de la oratoria formar al hombre probo y hacerlo diestro en el arte de hablar.
El orador debe proceder, por consiguiente, con la verdad para no defraudar a su auditorio, ya que la primera virtud del orador es veraz. Si la pieza oratoria trata un tema científico, debe prevalecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón debe enaltecer en todo el discurso la verdad. Si el tema es moral, con mayor razón, debe enaltecer la virtud de la que debe tener claros conceptos.
Dadas las circunstancias actuales en que se encuentra el mundo, cualquiera pensaría que nadie tiene deseos de ser bueno, y no es así, en medio de sus flaquezas humanas. Si el orador se acomoda al auditorio cosecha muy buenos resultados; para contrarrestar al vicio. La virtud no es innata, se adquiere mediante el ejercicio serio y duradero de acciones buenas. La virtud es permanente, pero si se le frena, entonces se corre el riesgo de caer en lo opuesto, el vicio. Las virtudes se dividen en dos clases: Virtudes del entendimiento y Virtudes de la voluntad.

CUALIDADES INTELECTUALES

El orador ha de poseer una inteligencia clara y penetrante para ahondar en los asuntos trascendentales; su agudeza de ingenio le permite ver en visión panorámica todos los aspectos de un tema para poder desarrollarlos en toda su amplitud para que cuantas veces se le solicite la aclaración de una duda pueda hacerlo con erudición y clarividencia. Ayuda mucho al orador tener imaginación para encarar con imágenes sensibles ideas totalmente abstractas; es pintar con pinceladas magistrales conceptos espirituales propio de un maestro, lo cual no es fácil, pues requiere una destreza intelectual extraordinaria, capacidad de retención para recordad todos los datos que son necesarios para exponer con fluidez un tema.

CUALIDADES FISICAS

No basta ser elocuente para persuadir, ni las cualidades morales son suficientes para convencer; a veces la buena presentación es de un gran valor como complemento en el aspecto integral del orador. El orador ha de estar dotado de un timbre de voz sonora, lo cual produce un buen efecto. Los oradores que declaman tendrán siempre atento a su auditorio.

DIVERSAS CLASES DE ORATORIA

La oratoria es todo un arte y una de las artes liberales, llamadas así porque en ellas se pone en ejercicio la inteligencia; pues en la oratoria interviene en gran parte la inteligencia; en la que tanto el orador como el auditorio la aplican, la oratoria se divide en: oratoria sagrada, oratoria académica y oratoria social.

ORATORIA SAGRADA

Es la que usan los ministros de la iglesia católica, según el mandato que recibió la iglesia de Jesucristo su fundador.
El orador sagrado o predicador pretende convencer para convertir a la fe en Cristo a los que aún no están bautizados, para lograr su objetivo apoya su discurso en la Biblia, en el testimonio de los santos padres de la iglesia, el orador sagrado también está versado en teología, filosofía, historia de la iglesia y otras materias.
Por su estructura, la oratoria sagrada recibe el nombre de: homilía, sermones dogmáticos, sermones morales, discursos apologéticos.

ORATORIA ACADEMICA

Tiene por objeto la exposición de temas de calidad; exige en el orador un lenguaje académico. El discurso académico se distingue por la ordenación exacta de las ideas, pureza en los vocablos, elegancia y armonía en las frases. En este estilo se observan rigurosamente las normas clásicas. Esta oratoria se divide en dos clases: Oratoria literaria y oratoria científica.

ORATORIA SOCIAL

Hay momentos solemnes en la vida en que se requiere que alguien tome la palabra para sellar con un discurso un acontecimiento que será histórico.